LAURA MONTALVO | EL EJIDO
Rita, Isabel, Juan Francisco, Carmen, Tamara, Fátima, Mamen, Juan, Efi, Lucas, Franco, José María, José Antonio, Juan Manuel, Óscar, Steven y David, son algunos de los alumnos de la Escuela de Hostelería y Turismo del IES Almeraya que trabajaron durante este fin de semana, de viernes a domingo, en la cocina de ‘Almería Gourmet’, una cocina muy especial instalada tras el escenario del Auditorio de El Ejido. Estos chavales han sido los ayudantes, los pinches, de reconocidos cocineros con estrella Michelin o soles Repsol, pero para nada se vieron sobrepasados por la situación a pesar de su escasa experiencia ‘en la calle’. «Una vez superados los nervios iniciales es cuestión de meterse en faena», comentaban para IDEAL, y actuaron como lo llevan haciendo desde hace tiempo en la escuela de cocina de Almería. Algunos llevan más de un año de formación, pero otros, como Steven Morales, apenas dos meses. Comenzó el curso el pasado mes de septiembre pero cuando en la escuela pidieron voluntarios para trabajar en el Congreso ‘Almería Gourmet’ no se lo pensó, se ofreció enseguida porque «en esta profesión hay que estar dispuesto y es toda una oportunidad; no me pudo la presión aquí nos estamos dejando el día y la noche, son muchas horas pero estamos aprendiendo mucho. Todos los que estamos aquí es porque nos gusta, no importan las horas. Para mí está siendo todo nuevo, sabores nuevos que nunca había probado y con productos muy sencillos que están ahí mismo en el supermercado. Si tuviera que destacar a alguno de los cocineros con los que he trabajado sería con Diego Gallegos, me dio mucha alegría trabajar con él y sobre todo me llevo una lección de humildad, es una persona muy humana, alegre, que lo explica todo muy bien. También nos explicó muy bien todas las recetas que iba a preparar el chef José Álvarez, estoy muy contento con la experiencia».
Para David San Isidoro éste es su primer año en la escuela, y resalta sobre todo «el empeño que le ponen los profesores. A pesar de que somos una escuela con pocos medios eso se suple con las lecciones que nos dan y con el esfuerzo y trabajo que sacamos adelante. Y luego nos premian con cosas como ésta: participar con mi trabajo en este congreso ha sido un lujo. Ha sido un privilegio trabajar con estos cocineros tan reconocidos. Cuando nos lo dijeron en la escuela ni me lo creía, porque de estar haciendo prácticas en clase a meterme en cocina con una gente de tanto recorrido me enorgullece. He cocinado tanto el viernes como el domingo». Este futuro chef quiso hacer de un hobby como era la cocina para él desde pequeño su profesión, «porque aunque intenté estudiar otras cosas, cocinar era lo que me motivaba de verdad».
Por su parte, Efi García ha estado en cocina los tres días. Ayer era la única mujer entre los fogones del chef sevillano Julio Fernández y se mostraba muy contenta con lo aprendido estos días. «Hemos aprendido mucho con algunos cocineros, algunos han venido con la intención de enseñarnos y otros solo a hacer su trabajo, pero hemos conocido técnicas y sobre todo a ir deprisa. En estas cosas se cocina menos que cuando se está en sala, porque hay que dar servicio rápido y no dispones de todos los medios, pero en general ha estado muy bien. Por ejemplo con José Álvarez, que fue un cielo, aprendimos a utilizar las campanas de la cocina para aportar sabor a los platos con humo, de forma muy rápida para servirlo de inmediato».
Y sobre sus estudios, esta joven destaca que «en la Escuela de Hostelería de Almería tenemos la suerte de que practicamos de lunes a jueves, y aunque tenemos pocos medios, tenemos buenos profesores, nos enseñan muy bien. Mi sueño es ser cocinera en un restaurante».
Y si para ellos la experiencia ha sido excelente, su trabajo también ha sido positivo para los reconocidos cocineros que han contado con su ayuda. José Álvarez, Julio Fernández, Begoña Rodrigo, Diego Gallegos y Pablo González, que cuentan con estrellas y soles como reconocimiento a su trabajo, compartieron este fin de semana su luz con savia joven, aprendices de cocinero que llevan la pasión por los fogones en las venas y así lo han demostrado. De hecho «cuando terminó el almuerzo que ofreció a mediodía el viernes Begoña y la llamaron para saludar en el comedor, nos llamó a todos para recibir juntos los aplausos», recuerda uno de los pinches, muy emocionado.
Tal y como resalta Alberto Hernando, coordinador de los alumnos de cocina y servicio, «en general se ha reconocido su trabajo. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos empezaron sus estudios en septiembre, llevan dos meses en la cocina, así que demasiado han hecho. Pero tenemos que destacar sobre todo las ganas, la ilusión que tienen por aprender».
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