La Sala B del Auditorio de El Ejido acogió a las siete y media de la tarde de ayer un show cooking, un espectáculo de cocina en directo de la mano de la cocinera ganadora de la primera edición de ‘Top Chef’, Begoña Rodrigo, propietaria además y chef del restaurante La Salita, en Valencia, que cuenta con el reconocimiento de un Sol Repsol.
Esta veterana cocinera valenciana que regenta un restaurante desde hace diez años, aunque saltó a la fama gracias al concurso de televisión, gana en las distancias cortas, y en su intervención en El Ejido no dejó a nadie indiferente.
Comenzó su muestra de cocina ‘en vivo’ explicando lo mucho que le gustan los ahumados y cómo su especialidad es la anguila ahumada. Para esta ocasión, aunque traía de casa un plato así para que los asistentes al show lo probaran, elaboró en directo un ahumado de secreto. Puso tres grandes trozos de carne en un cuenco donde previamente había encendido carbón, y explicó que le gusta «aprovechar las pieles de los ajos y cebollas cuando las pelamos, y también la cáscara de naranja, da muy buen sabor. Si se deja mucho tiempo se hace la carne por dentro, pero ahora no lo voy hacer, lo doraré en sartén».
Y lo hizo en una sartén donde previamente cocinó unas mini alcachofas «que he conseguido gracias a tratar con productores locales. Se las solía comprar a un señor que lleva toda la vida cultivándolas y le dije que me gustaría que las alcachofas fueran más pequeñas, y se ha conseguido, muy tiernas», explicó, defendiendo el producto local.
Y vuelta y vuelta en la sartén, con aceite, cebolla y luego setas y unas esferas de chorizo (que no parecían chorizo) y así hizo su primer plato, al que añadió menta y rúcula para darle «frescura. Mucha gente no come alcachofas porque a veces salen amargas, pero la menta les quita ese sabor». Lo acompañó de una ensalada, con una salsa hecha con vinagre reducido con azúcar. «En mi tierra comemos muchos encurtidos y me gusta cocinar con ellos, yo hago esta salsa, en la que dejo macerar verduras y luego se puede aprovechar para otras ocasiones, porque da mucho sabor». Recordó cómo esto lo aplica de la cocina tailandesa.
Cortó pimiento rojo ‘Sweet Palermo’, de aquí de Almería y unos pepinos mini, así como una verdura parecida al brócoli, ‘vinis’ y, tras macerarlos, una de las niñas asistentes al show las fue pasando para que todos lo pudieran probar. Gustó mucho. Para probar el plato de carne llamó al público a la mesa situada en el escenario, y aunque hubo un niño que no dejaba de coger trozos del secreto, y estaba encantado (y la cocinera con él), muchos pudieron probarlo y repetir.
Begoña Rodrigo trajo sus propias creaciones para que hubiera más comida que probar, de manera que la gente pudo degustar puré de berenjena ahumada y calabaza ahumada, que llamó mucho la atención.
Entre las preguntas que pudieron hacerle los asistentes, la chef respondió a cómo aprendió a cocinar, recordando que «con 20 años me fui de vacaciones a Holanda, y me gustó tanto y me sentía tan libre que me quedé a vivir. Como no sabía idiomas trabajé limpiando habitaciones, hasta que un español que trabajaba en la cocina del hotel me dijo que había una plaza, y me presenté diciendo que era experta en tapas españolas. No sabía ni freír un huevo, pero aprendí mucho. Trabajaba en los desayunos y por la tarde trabajaba gratis para aprender. En esta profesión nunca se deja de aprender».
También le preguntaron por su experiencia en ‘Top Chef’, a lo que respondió «no os creáis nada de lo que veis por la tele».
Y es muy agradecida, «en otras profesiones no te suelen dar las gracias por tu trabajo, aquí sí, casi a diario la gente te dice que lo haces bien, que le ha gustado, etcétera».
Por eso sí recomienda a las nuevas generaciones que sean cocineros. Antes de terminar, ofreció a los asistentes tres raciones de una de las comidas que ofreció en el almuerzo del Congreso, a mediodía e el escenario del Auditorio: manitas de cerdo con alcaparras. «Lo hacemos de una forma distinta: se guisan de forma tradicional pero luego las pelo y desgüeso y dejo la carne en salmuera 48 horas. Esta receta nació por casualidad, y tras una equivocación, pero descubrimos que está buenísimo. Luego lo dejamos en unas planchas y lo terminamos con polvo de alcaparras. Está muy sabroso».
El menú además se compuso de arroz negro de calamares fritos con ali oli de cítricos, sardinas braseadas con sardajo; gambas, mejillones y coco; coliflor, anguila, avellanas, rosinyoles y trufa; alcachofas y topinambo, aguachile con pez mantequilla y ogura de foie con calabaza. Todo ello marinado con vinos de Jerez. Los comensales felicitaron a la chef, que agradeció los cumplidos.
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